Sus funciones son transmitir las fuerzas de reacción del suelo al
resto de la prótesis, amortiguar el impacto del pie y contrarrestar la ausencia
de las articulaciones anatómicas del pie y tobillo. Debe suplir la falta de
musculatura plantar flexora, que es la que se encarga de provocar la
deceleración de la caída del pie en el momento de la toma de contacto con el
suelo y de facilitar la progresión de la extremidad inferior en el momento del
despegue del pie.
La elección del pie
protésico no debe ser al azar. Deben analizarse todas las variables, tener un
amplio conocimiento de los tipos de pies en el mundo protésico. Éste análisis
debe incluir las características morfológicas del paciente (Altura, peso) así
como necesidades individuales (El nivel de actividad necesaria y el entorno en
que se desenvuelven) así como las actividades deportivas.
RESUMEN:
Bibliografía: Prótesis, ortesis y ayudas técnicas del Dr. Ramón Zambudio.
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