Sindrome post polio




Sin duda alguna, la poliomielitis ha constituido uno de los procesos sanitarios más temibles en el último siglo tanto por su distribución mundial como por su enorme morbimortalidad, actualmente se encuentra erradicada en Europa sin embargo sigue siento endémica en algunos paises del tercer mundo. A pesar de ello, sus secuelas persisten, pues se estima que actualmente existen entre 10-20 millones de supervivientes de la poliomielitis en todo el mundo. Su edad media ronda los 50-60 años y, aunque con un grado variable de afectación motora, la mayoría de ellos ha mantenido estable el grado de recuperación funcional alcanzado tras la fase aguda y ha desarrollado su vida de acuerdo a dicha recuperación/discapacidad. 
Se ha descrito desde hace unos años una entidad llamada síndrome post polio, que se caracteriza por un empeoramiento motor, debilidad, atrofia, dolor muscular y fatiga tras por lo menos 15 años de estabilidad neurológica y funcional del episodio agudo, traduciéndose clínicamente en una parálisis flácida y reflejos osteotendinosos disminuidos por la afectación de las motoneuronas inferiores. Uno de los criterios para el diagnóstico del SPP es descartar cualquier otra patología que pueda causar el empeoramiento neurológico o los síntomas descritos por los pacientes, como por ejemplo síntomas secundarios a radiculopatías estructurales, neuropatías compresivas, plexopatías, artropatías degenerativas, escoliosis entre otros.

El desarrollo del síndrome postpolio cuestiona el concepto de la poliomielitis como una enfermedad estática y constituye un nuevo foco de atención hacia los supervivientes de la infección aguda. Sin embargo, lo insidioso de su comienzo, la edad de aparición, la inespecificidad de los síntomas y lo controvertido de algunos de sus aspectos lo convierten en un proceso difícil de diagnosticar y validar. Todo ello determina que el síndrome postpolio constituya un reto tanto para los profesionales como para los responsables de los sistemas sanitarios que deben proveer las medidas y recursos asistenciales apropiados.


En cuanto al tratamiento, actualmente no existe un tratamiento específico para el síndrome postpolio pues ninguno de los fármacos estudiados ha demostrado beneficios clínicos, sin embargo estos pacientes pueden obtener grandes beneficios de un proceso terapéutico que incluya, además del control sintomático, un apoyo emocional, una información adecuada y la promoción de un estilo de vida saludable.

Bibliografia de interés:

Link de EFNS guideline 
Síndrome pospolio: revisión de sus características clínicas y tratamiento

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